Un Madrid de cercanías
Un Real Madrid joven, remozado e impetuoso, con muchos meritorios en el once consiguió un ídem empate en Getafe en un partido serio y a ratos entretenido. Entre todos lució Brahim, un muchacho joven y bajito, que tiene una habilidad innata para jugar y hacer malabares con la pelota. Ahí hay futbolista… si le dejan.
Con el ánimo renovado del maratoniano que divisa la meta en lontananza Zidane afrontaba la incómoda y próxima visita a Getafe. Apenas cinco partiditos más y el calvario se termina. El técnico del Real Madrid optó por una revolución en toda regla en su once. Ni Marcelo, ni Kroos, ni Modric, ni Asensio, ni Lucas. Entraban como titulares los jóvenes Reguilón, Valverde y Brahim, así como los transferibles Isco y Bale. Mejor en el escaparate que en la trastienda, debió pensar Zizou.
Poco tardó el Real Madrid en generar su primera ocasión en el Coliseum. La marró Benzema ante Soria. Los de Zidane habían salido enchufados –¡aleluya!– como Albert Rivera en un debate. También el Getafe, que presionaba arriba como un votante de VOX: sin complejos. El partido tenía ritmo e intensidad. Más entretenido que la media de los últimos duelos del equipo madridista.
Brahim compareció en el Coliseum para mostrar su repertorio de habilidades, que son notables. Igual que un mago saca objetos variados de su chistera, el menudo y joven futbolista mostró un catálogo de fintas, regates y un cambio de ritmo de jugador desequilibrante. Era lo más fresco y descarado de un Real Madrid que se había tomado el duelo con un punto de seriedad que era muy de agradecer.
Domina el Madrid, se deja dominar el Getafe
Pero no me pregunten por ocasiones en los primeros 20 minutos. No las hubo. Dominaba el Real Madrid y se dejaba dominar el Getafe como un gato que se deja acariciar antes de meterte un arañazo. El manoseo del balón de los blancos era inofensivo para los de Bordalás salvo puntuales maniobras de Brahim o de Benzema, crecido en su papel de líder inesperado.
Una falta de Isco en la frontal propició el primer tiro a puerta del Getafe. Lo ejecutó Arambarri duro y al centro y lo rechazó con muchos apuros y poco estilo Keylor Navas. Y era ya la media horita de juego. Bale, que apenas había aparecido en el partido, se llevó un par de tarascadas de los jugadores del Getafe.
En el 35 volvió a aparecer Brahim para dividir en conducción y dibujar un pase medido al desmarque de Benzema. Abortó el tanto un jugador del Getafe que se interpuso in extremis entre el disparo del galo y el gol. Respondieron los locales con un centro al área que rechazó al córner como pudo Carvajal. El VAR revisó una posible mano. Imaginaria.
También la tuvo a huevo Benzema tras una buena asistencia de Bale. El francés remató con la de palo y recordó al Karim que desesperaba al Bernabéu hace un cuarto de hora como quien dice. Hablando de tiempo, que nos dio el descanso justo cuando estábamos más entretenidos en el Getafe-Real Madrid.
Aprieta el Getafe, responde Brahim
De salida en la reanudación apretó el Getafe que hizo un remate a puerta en menos de dos minutos con un cabezazo alto de Cabrera. La respuesta del Real Madrid fue un remate cruzado de Brahim que rozó el palo derecho de Soria. Precisamente el portero del Geta fue protagonista con dos buenas respuestas a sendos disparos de Casemiro y Carvajal.
Otro maravilloso pase de Brahim metió a Carvajal en el área. El lateral asistió a Isco cuyo disparo lo rechazó bajo palos Bruno. Continuó su show habitual Brahim, dibujando virguerías y sombreros en la frontal del área del Getafe. Era sin duda el mejor gladiador del Coliseum.
Sus filigranas dejaban boquiabierto a ese gran público que aún no ha visto más que el inicio de su repertorio. Brahim mola. Zidane preparó de golpe un doble cambio: Lucas y Asensio por Brahim y Bale. Así es Zizou, que ve cosas que los mortales no vemos.
Dos manos consecutivas y notables de Keylor evitaron que el Getafe se pusiera por delante en el marcador justo con los cambios de Zidane recién hechos. Pero el Real Madrid no le perdió la cara al partido y volvió a dominar con menos brillo sin Brahim pero con el mismo ímpetu. Zidane metió a Kroos por Valverde. Quedaban 11 minutos y la prolongación. Poca cosa.
No quedaba tiempo, a pesar de que el Real Madrid lo intentó hasta el final. Se consumieron los últimos minutos y se acabó lo que se daba. El 0-0 final restaba al Getafe parte de sus opciones de pelear por la Champions hasta el final, pero no resta ni un ápice a una temporada histórica del equipo azulón de la mano de un pedazo de entrenador: Pepe Bordalás.